El Kundalini es el poder esencial que sustenta la conciencia, los cuerpos físico, etéreo y astral. No es una energía dormida, sino una fuerza divina que, desde su centro de operaciones en el chakra raíz, Muladhara, mantiene las funciones básicas de cada ser humano.
El ascenso del Kundalini a través de los chakras, representado simbólicamente como una serpiente, es un proceso evolutivo y trascendental que nos conecta con nuestra esencia divina. Este arquetipo ha sido reconocido a lo largo de la historia en diversas culturas: las coronas de los faraones egipcios, la serpiente del Edén, Quetzalcóatl entre los aztecas y numerosos símbolos religiosos rinden tributo a este poderoso proceso. Todos ellos destacan la capacidad inherente del ser humano para trascender las limitaciones del cuerpo y la mente y alcanzar su potencial más elevado.
En 2012, coincidiendo con el final del Baktún 13 en el calendario maya, la Gran Madre otorgó una transmisión destinada a acelerar la evolución de la conciencia colectiva. Este evento marcó un punto de inflexión al permitir el ascenso colectivo del poder Kundalini, actuando como un catalizador para el próximo paso en nuestra evolución espiritual.
Desde entonces, individuos alrededor del mundo han recibido la capacidad de servir como facilitadores en el proceso de activación y ascenso del Kundalini. Estas personas, a través de su guía y apoyo, ayudan a otros a integrar esta experiencia de manera segura y enriquecedora. Este trabajo no solo impulsa el progreso espiritual individual, sino que también contribuye a la sanación y evolución de la humanidad como colectivo.
Mi trabajo consiste en hacer honor a la transmisión original, desde un espacio de humildad, amor, respeto y coherencia.
Durante la Experiencia, se pedirá a los asistentes tumbarse con las palmas hacia arriba mientras una lista musical específicamente seleccionada suena de fondo.
Durante aproximadamente una hora, como facilitador me acercaré a cada uno de los asistentes para tocar (de ser necesario), distintos puntos energéticos que daran inicio al proceso de cada individuo.
La experiencia de persona es único y depende de su estado emocional, espiritual y biológico. Sin embargo, alguno de los efectos más frecuentes incluyen: